viernes, 25 de marzo de 2016

El Delta, con biblioteca propia (por Pablo Andisco para El Argentino Zona Norte) 22 de marzo 2016




Con espíritu arqueológico, los poetas Marisa Negri y Javier Cófreces lanzaron la Biblioteca Isleña, la primera colección dedicada íntegramente a la literatura inspirada en el paisaje del Delta. Un proyecto que nace a dos horas de navegación del continente y se propone recuperar obras clave para entender el pulso de las islas.




“De allí que esta lucha en las islas les conformó una voluntad de hierro, un sentido de independencia y una individualidad tan extraordinaria que yo diría que el Delta Argentino es uno de los pocos lugares del mundo en donde aún existe un puñado de hombres libres”, escribió Roberto Arlt en sus “Aguafuertes Deltianas”, editadas poco antes de su muerte, en 1942. El texto permaneció al margen de su obra más reconocida, pero reviste tanta actualidad que sirvió como disparador para la colección Biblioteca Isleña. “En las escuelas de isla, salvo excepciones, nunca se ha profundizado en nuestros textos fundacionales. Cuando leí por primera vez ese párrafo, supe que necesitábamos que ese libro llegara a los chicos y, por suerte, Ediciones en Danza asumió este desafío”, expresa Marisa Negri, poeta, docente y coordinadora de la colección.

El poeta Javier Cófreces es el director de Ediciones en Danza y explica por qué se puso al hombro la tarea de recuperar la histórica relación entre las palabras y las islas. “Responde a la necesidad de consolidar, agrupar, profundizar y difundir la literatura referida a una zona habitada y querida por nosotros, que por diversos motivos no fue preservada”, cuenta el poeta, asiduo visitante de la isla en su casa del Arroyo Caaguatá, en Tigre.


Con ilustraciones de Gabriel Martino, la colección inaugura con “El Delta y su antigua fauna”, de Félix de Azara; “Aguafuertes Deltianas”, de Arlt, y “Apuntes isleños”, de Santiago Albarracín, todos títulos de difícil acceso. La selección es aleatoria y los editores prometen autores como Domingo Faustino Sarmiento y Marcos Sastre y un espacio para la poesía y la dramaturgia, tanto de autores consagrados como nuevos. “En las últimas décadas dejaron de editarse las obras publicadas en el pasado y se desactivó la chance de editar materiales que convoquen a las nuevas voces”, revisa Javier, destacando la importancia de la colección.


La lista sobre los artistas atrapados por el Delta se vuelve infinita y surgen los nombres de Haroldo Conti, Oliverio Girondo y Leopoldo Lugones, entre tantos otros, cautivados por un secreto que Javier intenta develar. “Cada persona incorpora los elementos particulares que le transfiere ese paisaje riquísimo y que resignifican la existencia humana. La percepción individual y colectiva de ese entorno es propiciante de disparadores”, expresa el poeta, quien plasmó sus propias experiencias en el libro “Tigre”, escrito junto a Alberto Muñoz.



Para Marisa, el Delta es un paisaje omnipresente en su vida. Fue aprendizaje en la niñez, nostalgia en la adolescencia y su residencia desde hace cuatro años, donde está a cargo de la Biblioteca Popular Santa Genoveva, en la segunda sección del Delta de San Fernando. “Vivir en la isla conecta con los ciclos de la naturaleza. Me levanto cuando amanece, me acuesto cuando se va el sol. Eso es maravilloso”, cuenta la docente, que no deja de lado las dificultades propias de la zona, donde el 70 por ciento de las familias no tiene conexión a Internet. “Necesitamos del mundo, y allí es donde comienzan los problemas; desde enero estamos sin señal de celular y las empresas no dan ninguna respuesta”,

denuncia Marisa, quien sueña con que la biblioteca pueda aportar una solución. “Aspiramos a tener algún día una sala de lectura en la que los vecinos puedan venir también a comunicarse y resolver algunos trámites sin necesidad de viajar a la ciudad. Pero para eso necesitamos ayuda”.


Una editorial en crecimiento

En breve, los títulos de la Biblioteca Isleña estarán disponibles en las librerías de San Fernando y Tigre, así como en las sucursales de Yenny-El Ateneo y las principales librerías de Capital y Gran Buenos Aires. Para más información sobre el catálogo y cómo conseguir los ejemplares, comunicarse a través de la página web de la editorial: www.edicionesendanza.com.ar.

sábado, 19 de marzo de 2016

Apuntes isleños: Sauces (M. Santiago Albarracín)






 El sauce que llaman criollo conviene plantarlo en las islas, en los albardones; su tronco es derecho, necesita ser cuidado y limpiado los tres primeros años a fin de que la maciega no lo tape, haciéndolo perecer. Si no se desmocha, puede crecer mucho el tallo, aunque lentamente.

 Sauce oriental, llorón o de Babilonia. Salix orientalis, flajellis dorsum pulchre pendentibus Tournefort. Salix babilónica: Linneo. Con ramas delgadas y colgantes, es el rey de los sauces, en cuanto a la belleza de su forma, vegeta con fuerza, brota con ramas largas y hecha ramillas como de diez pies de largo sumamente delgadas, y se pueden formar pabellones verdes, elegantes y graciosísimos a la vista. Este árbol crece espontáneamente en los terrenos abandonados, que se encuentran algunas veces salpicados de esta planta, ya que su semilla es transportada por las aguas y los vientos; cultivado, progresa rápidamente, si se cuida con esmero, como se deja ver en el paseo Guardia Nacional en los alrededores de Buenos Aires. Esta planta destruye cuantas alcanza a cubrir con su sombra, menos los enormes seibos, que descuellan sobre ellos admirablemente; su madera es de poco valor por ser vidriosa, y su leña, muy poco estimada.


En:"Apuntes Isleños" M. Santiago Albarracín, Ed. En Danza, 2016.

viernes, 18 de marzo de 2016

El Delta y su antigua fauna: Nutrias (Félix de Azara)



Nutria


Llamo nutria al animal que en el país llaman lobito de río y que se encuentra en todos los lagos y todos los ríos del Paraguay ya hasta el río de la plata. Cada sociedad de estos animales vive en un gran agujero que excavaban al borde del agua, y donde nacen y crían a sus hijos. No viven más que de peces, que comen generalmente fuera del agua. Permanecen todo el tiempo que quieren debajo del agua, sin ahogarse, y muestran a veces la cabeza detrás de los buques y ladran como perros; pero el sonido de su voz es ronco y nunca muerden a los que están nadando. En tierra su marcha es pesada y avanzan casi arrastrándose sobre el vientre. El hocico no es puntiagudo, está bien provisto de bigotes, los ojos son pequeños. Yo había visto de lejos, navegando algunos ríos nutrias que me parecieron más grandes que los ocho individuos que había visto y descrito. Sospeché que estos animales pertenecían a otra especie, después me persuadí que la diferencia de tamaño venía de la edad y no de otra diferencia específica.


En: "El Delta y su antigua fauna" Félix de Azara, Ed. En Danza, 2016.

martes, 8 de marzo de 2016

Federico García Lorca y el delta

El 13 de octubre de 1933 a bordo del trasatlántico Conte Grande llega a Buenos Aires el poeta andaluz Federico García Lorca.
Su estadía se prolongará hasta mediados de marzo del año siguiente e incluirá varias visitas al delta, que según su biógrafo Ian Gibson era uno de sus parajes preferidos.
En una velada previa al reestreno de Bodas de sangre organizada por El Diario Español, Federico dice:

"El dirigir la palabra esta noche al público no tiene más objeto que dar las gracias bajo el arco de la escena por el calor y la cordialidad y la simpatía con la que me ha recibido este hermoso país, que abre sus praderas y sus ríos a todas las razas de la tierra.
A los rusos con sus estrellas de nieve, a los gallegos que llegan sonando ese cuerno blando de metal que es su idioma, a los franceses en su ansia de hogar limpio, al italiano con su acordeón lleno de cintas, al japonés con su tristeza definitiva. Pero, a pesar de esto, cuando subía las ondas rojizas y ásperas como la melena de un león que tiene el Río de la Plata, no soñaba esperar, por no merecer, esta paloma blanca temblorosa de confianza que la enorme ciudad me ha puesto en las manos (...)"





Fiesta campestre a orillas del río en San Fernando en la Sociedad Valenciana El Micalet

Federico, que compartirá inolvidables momentos con Raúl González Tuñón, Pablo Neruda, Ricardo Molinari, Oliverio Girondo y Norah Lange entre muchos otros les dirá al despedirse:

"Ahora, con ansias de estar entre los míos, me parece que dejo algo de mí en esta ciudad bruja. En poco tiempo me he hecho amigos que parecen de años. Por favor, mañana, en el barco, estaréis todos alegres. Haremos de cuenta que me voy al Tigre, que nos volveremos a ver al otro día." (Crítica/ Bs As 27 de marzo 1934)


El Tabernáculo de Ricardo Molinari ilustrado por Federico





Paseo en barca por el Río de la Plata, en primer plano Córdoba Iturburu, a su lado Ricardo Molinari, al fondo Federico García Lorca con Martínez Sierra

Fuentes:

Gibson, Ian "Federico García Lorca" 2. De Nueva York a Fuente Grande (1929-1936) Ed Crítica Grijalbo Mondadori, Barcelona, 1998

Medina, Pablo "Un andaluz en Buenos Aires" Manrique Zago / León Goldstein , Bs As. editores 1999